Las cenas de Pablo son increíbles, de verdad os digo, no tienen precio: la compañía, la delicadeza con que piensa y prepara los platos, el lugar escogido... y luego sus cositas de las que como él dice yo soy fan número uno:
Escena 1:
-Elena: ¿pero por qué has puesto la focopia del carné de identidad mio que está caducado en el corcho de la pared?
-Pablo: bueno, es que esos carnés ya no son tan fáciles de ver...
Escena 2:
-Pablo: sí, el arroz ----- huele a gasolina, a lo mejor se la echan para que no se pase.... ¿No te acuerdas cuando hicimos un día dos platos de arroz, uno de esa marca y otro de otra y el primero olía a gasolina?
Lo dicho, una cena maravillosa.
Mil gracias.
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