Pero-pero
Texto: María de la Luz Uribe
Ilustraciones: Fernando Krahn
Libros de la mora encantada
Candeleda (Ávila), 2010
Libro de poesía para niños creado
por María de la Luz Uribe y Fernando Krahn, chilenos, exiliados en España en
los años 80, que publicaron varios libros juntos. Ella escribía, él ilustraba.
Crearon una treintena de libros para niños de un humor sutil e inteligente, siempre
con una idea de fondo reflexiva e irónica.
En Candeleda, un pueblo de Ávila
situado al pie de la Sierra de Gredos nació la editorial Libros de la mora
encantada, una editorial dedicada a recuperar libros infantiles y juveniles que
se encuentran descatalogados. Juan Carlos Jiménez Grande y Federico Martín
Nebras, dos enamorados de la literatura, son los responsables. Su intención es
rescatar grandes libros de literatura infantil y juvenil que ya han dejado de
publicarse y que a su juicio, no deberían abandonarse.
El nombre de la editorial lo han
recogido de una leyenda local, pretendiendo recordar a los moros de la Edad
Media. Entre estos, vivía un hada que se aparecía a los cabreros saliendo de
entre las aguas y exigiéndoles confianza en ella. La susodicha aparecía sobre
todo cuando sentía la soledad de los cabreros, especialmente durante la noche
de San Juan.
El diseño y producción de
Kalandraka que lo había editado años atrás.
Pero-pero empieza con una poesía introductoria que da una idea de
cómo hay que leer el texto haciéndolo tuyo y si puede ser en voz alta, mejor.
A continuación la historia que da
título al libro, Pero-pero, y después
el resto. Son cinco historias rimadas que se acercan al niño/a de diferentes
formas: a través de su estilo narrativo (repetición de la conjunción pero), de
sus personajes (pajaritos que vuelan o no), las preguntas del por qué, el tema
de la supervivencia y la agresividad, los utensilios para comer y el dilema de hacerse
mayor. Sobre un fondo color crema se van colocando las estrofas y los dibujos
acompañando a éstas y situados en lugares estratégicos, como una rama justo en
el filo superior de la hoja del libro.
Además cada historia tiene una ilustración de estilo diferente y grafía
del título también distinta, como la del En
el blanco comedor donde el color de los personajes es el de la página crema
del libro. El libro termina con una descripción de los autores en rimas
asonantes y consonantes. Ideal para leer en voz alta y con un niño en el
regazo.
Romeo (5 años): -¿Pero, pero?
¿Qué es “erizado”? ¿Por qué los niños están en los árboles?
Para curiosos: me topé con él en el espacio Kalandraka después de haberlo buscado por internet y pensar que tenía que hacerlo llegar desde Candeleda, un día que asistí a un taller de Federico Martín Nebras, uno de sus impulsores.
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