10-1-13. Ese día me abrazó y
acarició, pero hoy vengo a hablar sólo de sus caricias. Romeo duerme
la mitad de la noche con una mano en un moflete mío y la otra en el otro. Si se
despierta me acaricia y cuando nos despertamos me acaricia también. Ayer, no sé
por qué, quiso acariciar mis tetas como hacía antes, aunque lo que hizo fue
succionar a ver si salía leche y dijo que sí. Sorpresa para todos. Antes de
dormirse me pide siempre que le de la mano y así nos quedamos un rato mano y
manita unidos. Pero lo que más lo que más le gusta a Romeo es acariciarme los
mofletes porque dice que están blanditos, me hace un bocadillo con las manos y
yo me quedo allí calentita.
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