29-4-14. Esa es la fecha. Su
primer guiño. ¿A la vida, quizás? ¿A su mamá, papá? ¿A un amigo?… No lo sé. Pero
desde aquel día ya sabe hacer una cosa más. Mientras ve con un ojo, el otro lo
cierra. Maravillosa capacidad humana. Luego le enseñaron a hacer lo de guiñar y poner un dedo delante para ver
cómo éste se mueve y se divertía mucho con ese descubrimiento. Un día que su padre y
él vinieron a verme al Cine, se pasó todo el camino de vuelta a casa guiñando un ojo. A
su padre no le extrañó el acto, ya que quizás no hacía mucho de la fecha de su
primer guiño y estaba experimentando. Sin embargo, luego aquello se convirtió
en una historia con principio, desarrollo y final: http://macarenamenasantos.blogspot.com.es/2015/09/romeo-ingresado.html Romeo sigue guiñando a la vida para jugar, sin saber que los guiños gestaron en parte la historia de su vida.
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