martes, 13 de marzo de 2007

Antes de morir

El otro día estuve en la tienda donde me reciclan la ropa (es decir, que yo llevo algo que ya no me gusta o no me pongo y me hacen otra cosa) y me contaron que había ido una mujer de ochenta años con unos vaqueros de su nieta y unos pantalones suyos. Quería que le transformasen los pantalones vaqueros de su nieta para podérselos poner ella porque no se quería morir sin haberse puesto unos vaqueros. Me encantó.

1 comentario:

Aurelio Mena Hornero dijo...

Realmente la vida es muy simple y bastan pocas cosas para llenarla. Sucede que algunos están locos de atar y se la amargan a sí mismos y, lo que es peor, a los demás. Pena que los demás seamos tontos y miopes, y los dejemos hacer. Porque la pasión de los locos es manipular a los tontos. Y los tontos, claro, somos incapaces de organizarnos para bloquear a los locos, peor aún, muchos quieren estar locos, para no ver la vida.