Esta mañana Romeo ha elegido el chaleco
naranja que le pasó su primo Carlitos. Casi todas las mañanas Romeo elige
cereales con yogurt para desayunar. El viernes pasado Romeo eligió quedarse en
casa y no salir al parque. Un día Romeo eligió la pasta en forma de hélices
frente a la pasta en forma de mariposas que su mamá le ofrecía para cenar. Las
zapatillas que compramos para estar en la escuelita las eligió él. Todos los
días Romeo elige a qué quiere jugar. Aún recuerdo cuando escuché a una persona
muy cercana a mí decir que cómo va a saber un niño de dos años lo que tiene que
comer, hacer… y yo asentí con la cabeza. Después de eso han pasado muchos
cursos, conversaciones, lecturas… Hasta que hoy en día cada vez estoy más
convencida de que el camino se hace al andar, de que se es decidido decidiendo
y que como dice Rebeca Wild: el juego y el
trabajo concurren en una actividad dirigida desde el interior que siguen un
plan interno y que se dan espontáneamente tras practicar en un sinfín de distintas
situaciones donde el niño ante la presencia atenta del adulto tiene la
confianza de que puede tomar decisiones. Sé que Romeo está en su camino
cuando eligiendo lo que elige o decidiendo lo que decide la carita se le llena
de sonrisa. Un placer que le viene del interior, un bienestar que no atiende a ningún ajuste de cuentas
externo: ni para hacer feliz a mamá, a papá, ni a nadie más que no sea a sí
mismo.
3 comentarios:
Que ilu nos ha hecho a Carlos y a mi (su mami) esta noticia!! Es estupendo que el primo Romeo pueda usar la ropita que se nos queda pequeña y nueva. Bss
Que ilu nos ha hecho a Carlos y a mi (su mami) esta noticia!! Es estupendo que el primo Romeo pueda usar la ropita que se nos queda pequeña y nueva. Bss
Pues sí, la verdad es que nos habéis surtido de todo tipo de ropa y más para Romeo y siempre le decimos que es de su primo Carlitos. Le tiene más que fichao! bs
Publicar un comentario