Navarra:
Cada año, el día 3 del mes de Diciembre, se celebra el Día de la Comunidad Foral de Navarra (en euskera: Nafarroako Foru Komunitatea)
La fecha coincide con la festividad de San Francisco Javier, fundador de la Compañía de Jesús y nativo de Navarra, el 3 de Diciembre, en conmemoración del día de su muerte, en el año 1552 en China.
-3 y 4:
Bayárcal (Almería-Andalucía): San
Francisco.
-4:
Alquife (Granada-Andalucía): Fiestas de Santa
Bárbara o de los mineros.
Monzón (Huesca-Aragón): se rememora el Bautizo
del Alcalde, en que según la tradición la ciudad eligió a un morisco como
alcalde tras recibir las aguas bautismales. El alcalde sale al balcón del
ayuntamiento y arroja dulces, castañas y frutos secos a la población.
-5-8:
Tolosa (Navarra): Fiesta del Chuletón: a orillas del río Oria, el mercado de
Zerkausia se convertirá en un gran restaurante donde varios asadores de la zona
cocinarán la carne a la vista de los comensales y se ofrecerá menús de asados a
precios populares.
-6:
Elantxobe (Vizcaya-País Vasco): San Nicolás.
-6-8:
Oncala (Soria-Castilla León): Feria del Acebo y el Adorno Navideño. Talleres
artesanales, mercadillo de productos navideños y paseos por el bosque para
celebrar en torno a este árbol sagrado de hojas espinosas y los frutos rojos,
sagrado para los celtas. Símbolo de la Navidad.
-7:
Jarandilla de la Vera
(Cáceres-Extremadura): la víspera de la
Inmaculada Concepción son muchísimas las personas que enarbolan y prenden los
escobones para acompañar el estandarte de la Virgen, que es portado por un
jinete. A media tarde, el mayordomo, junto al tamborilero y unos amigos, hace
la ronda anunciando la fiesta y pidiendo la rosca: los vecinos sacan dulces y
bebidas para agasajarles y algunos entregan aportaciones en metálico. Ya bien
entrada la noche, en la plaza del Ayuntamiento, vigilada por el templo de Santa
María de la Torre, parte la procesión que recorre todo el pueblo durante unas
tres horas. Jalonadas por hogueras, no sólo en la plaza sino en algunos puntos
estratégicos y de mayor anchura, los participantes portan escobones encendidos:
“lo llevamos a ras de suelo para que no haya peligro. Sus gargantas enronquecidas,
entonan diferentes coplas: “Ardía la zarza y la zarza ardía y nos quemaba la
Virgen María”. “Ellos eran cuatro y nosotros ocho qué palos les dimos ellos a nosotros”.
“Virgen de la Concepción, mañana será tu día. Si subieras a los cielos quién
fuera tu compañía, ardía la zarza, ardía y ardía y no se quemaba la Virgen
María. Ardía y ardía, ardía y ardió la Virgen María: doncella y parió. Como
pudo ser, como pudo ser aquel que lo hizo bien lo supo hacer”.
Horcajo de Santiago (Cuenca-Castilla La
Mancha): Vítor.
-8:
Apiés (Huesca-Aragón): día de la Purísima.
Los danzantes van bailando hasta la ermita, interpretando el paloteado, el
baile de cintas y el de espadas, mientras que en la procesión en Lascellas los
feligreses van descalzos en cumplimiento de un antiguo voto popular al haberse
liberado la población de una epidemia.
Camprodón (Gerona-Cataluña): feria de la
Purísima.
Altea (Alicante-Comunidad Valenciana): La Inmaculada.
Bayárcal (Almería-Andalucía): la Inmaculada.
Peloche (Badajoz-Extremadura): Día de la
Inmaculada. Los quintos subían a cortar la luminaria, es decir, los troncos
que arderán en la lumbre de la plaza el 24 de diciembre.
Jarandilla de la Vera (Cáceres-Extremadura).
Gandía (Valencia-Comunidad Valenciana): Cant de la Sibil-la.
Ontinyent (Comunidad Valenciana): Cant dels Angelets.
Yecla (Murcia): La Purísima. El minucioso entramado ritual no deja nada al azar.
Desfiles, redobles de tambor, bailes de la bandera y, sobre todo, la pólvora
que sale de más de quinientos arcabuces celebran el regreso de la compañía
Martín Soriano Zaplana, compuesta por 61 yeclanos, que se vio libre de
intervenir en la guerra entre Felipe IV y los franceses en 1642. Los
espontáneos gestos de agradecimiento a la Virgen empezaron a regularse en 1711.
-8-15:
Sevilla (Andalucía): Seises. Tiene lugar a las 17:30 durante la octava de la
Inmaculada, entre el 8 y el 15 de diciembre. En la mañana del día 8, a las
11:30 y en el mismo escenario, la catedral sevillana, se lleva a cabo la
procesión de “la cieguita”, talla de la Inmaculada de Martínez Montañés, cuyos
ojos entornados le han valido el popular apelativo. Por la tarde, los herederos
de los niños cantan la tradición. Son 10 los niños que interpretan la danza: con
el sol de diciembre, alta en la torre, una bandera se levanta en el cielo, la
voz de un seise, como una estrella, de pluma y terciopelo, blanca y celeste y
al aire queda. El ritual de los seises se lleva también a cabo en el Corpus
Christi y durante el triduo de carnaval, sustituyéndose en ambos casos, en su
elegante indumentaria, el azul de la Purísima por el color rojo.
-13: SANTA LUCÍA
El 13 de diciembre es el día de
Santa Lucía, la patrona de los ciegos (y también de las
modistas, porque se quemaban la vista cosiendo a la luz de las velas). Y es
este día cuando empiezan de verdad las Navidades, con las ferias para
la preparación de los Belenes.
Unas fiestas tan largas, en las
que se acumulan las antiquísimas fiestas de celebración del solsticio de invierno
(con una antigüedad de decenas de milenios); las mucho más modernas fiestas
de fin de año (cuentan con muy pocos milenios de antigüedad); la aún más
moderna fiesta conmemorativa del Nacimiento de Jesús, la piedra
angular del cristianismo; la fiesta de las bromas, la de los Inocentes,
el día de las inocentadas; la gran fiesta de los regalos,
focalizada en los Reyes Magos. Son muchas fiestas en una, que
necesitan una larga preparación.
Y es la fiesta de Santa
Lucía el día en que se inician con toda formalidad y solemnidad los
preparativos de la Navidad, cuando se inauguraban los puestos de venta
de figuras y adornos para hacer el belén, musgo para representar el verdor de
los prados, el típico acebo, el muérdago, las casas y poblados, y todo lo que
podía añadir la imaginación y el ingenio.
Pero la Navidad no es
sólo un recreo para la vista, sino también para el oído. Y justo los que
carecían del sentido de la vista, los ciegos, cuya patrona es Santa
Lucía, justo esos eran los grandes protagonistas del recreo que
representa la Navidad para el oído. Era el gran momento de los ciegos.
Para ellos tenía reservada la Navidad un lugar de honor y privilegio. Las
cuadrillas de chicos y chicas que iban por las casa cantando villancicos
y pidiendo el aguinaldo, eran de ciegos.
Pero no eran ni mucho menos un
espectáculo triste, nada de eso: Cantaban muy bien, porque tenían bien
ensayados sus villancicos, cantaban incluso a varias voces, se acompañaban de
los instrumentos propios de la Navidad (pandereta y zambomba sobre todo) y
llegaban a formar pequeños coros muy bien conjuntados.
Pasaban por las casas a cantar
ante el respectivo pesebre, y las buenas gentes les obsequiaban en dinero y
en especie. Era la manera de compartir la Navidad con los menos
afortunados, y de gozarla en armoniosa comunidad. Las sociedades de ciegos
solían admitir entre ellos a los que sin ser ciegos, sufrían malformaciones y
deficiencias de cualquier género. Era la primera institucionalización
espontánea del amor navideño, del que hoy se llama "espíritu de la
Navidad". Los ciegos y todos los que sufrían cualquier otra
deficiencia física o psíquica tenían un sitio de honor en la Navidad:
formaban parte esencial y dignísima de su alegría, de su fiesta, de su
generosidad.
No salían estos grupos de
impedidos a mover la pena y la piedad de las gentes, sino a darles alegría, a
recrearles con esa nota de color tan consustancial de la Navidad como
los villancicos. No había radio ni televisión, pero gracias a ellos el
alegre son de los villancicos llenaba el ambiente, llenaba la Navidad.
Y tanto se esmeraban los ciegos
y los demás impedidos agrupados a ellos, que en los numerosos villancicos
compuestos para ser representados además de cantados, conseguían dignísimas
representaciones. Ni que decir tiene que la condición de privilegio que en la
celebración de la Navidad tenían en los pueblos los pastores, pasó en
las ciudades a los ciegos. Igual que aquéllos, éstos tenían absoluta
prioridad en el ritual de la Adoración de los Pastores y detrás de
ellos de los demás fieles en la Misa del Gallo, que era una auténtica
representación, un verdadero auto sacramental, del que formaban parte los villancicos.
Pues ahí estaban los ciegos, los tullidos, los contrahechos, los deficientes.
Eran los grandes privilegiados en ese gran rito de ser los primeros en adorar
al Redentor, al Salvador recién nacido. Para ellos era realmente grande la
gran noticia que anunciaba el Ángel: Os anuncio una gran alegría: os ha
nacido un Redentor. Ellos ocupaban el lugar de los pastores en la ciudad.
Ellos eran los primeros en el gran Evangelio (en la Buena Nueva) de la
Redención. Esa era la gran Navidad.
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Peloche (Badajoz-Extremadura): Día de Santa Lucía,
los quintos se juntaban para hacer la zambomba que les ha de acompañar en las
rondas nocturnas que hacen a partir del 18 de Diciembre. Suele ser de un tamaño
considerable y utilizan parte de una buena corcha que doman y sujetan con
clavillos de madera, una piel de cordero. Las zambombillas pequeñas suelen
estar hechas con las vejigas de los guarros. La zambomba se queda secando para
que esté lista sobre el 18. Además, en Santa Lucía, al anochecer, todas
aquellas personas que han tenido problemas de vista, suelen hacer una hoguera
en su puerta. El resto de los vecinos va visitando dichas hogueras y el día en
que comienzan a cantarse las canciones propias de la Navidad. A partir del 18,
salen todas las noches hasta Navidad, cantando por las calles una serie de
canciones características de la localidad. Sólo hay unos cuantos villancicos
entendidos como tales: canciones dedicadas al nacimiento de Cristo. Las demás
canciones que, tanto ellos como el resto de la población canta desde las
hogueras de Santa Lucía hasta Reyes, son cantos de cabreros, quintos, pastores,
romances y leyendas históricas... Narraciones como la “Loba parda”, “Los primos
romeros”, “Los diez mandamientos”, “Los Arrierillos”... Se escuchan
exclusivamente en la época navideña, a pesar de estar recogidos en varios
cancioneros populares (con diferentes músicas y letrillas, pero coincidiendo en
el tema central), sin que se haga referencia a la época en cuestión.
-15:
Alonso (Huelva-Andalucía): fiesta de las
Ramas.
Navidades: Vigilia: la prescripción de no comer carne fue la máxima
católica que marcó la Nochebuena. Y eso que el festín de estas fechas deriva de
ritos paganos, las saturnales romanas en la cercanía del solsticio de invierno,
pero fue con el cristianismo cuando se universalizó. Aunque en Cataluña,
precisamente por la austeridad religiosa, apenas se celebra la Nochebuena, el
resto la ritualiza desde mucho antes de la llegada de Papa Noel.
El
cardo en Aragón, la lombarda en Madrid, la col y la berza en Navarra y País
Vasco fueron, junto al pescado, los grandes sustitutos de la carne. El caso del
binomio besugo-bacalao sigue el mismo camino. Textos del S.XIX ya nombran al
besugo como pez estrella, ya que su pesca fue abundante en esas fechas. El
éxito de ambos en unas zonas u otras del país dependió de su cercanía del mar.
“El bacalao se conservaba mejor”. Escudillas y putxeros: la olla podrida es “la
madre de los cocidos”. De su receta han derivado la escudilla y la carne d´olla
catalana con sus galets (pasta), el putxero valenciano o la sopa de picadillo
andaluza. En realidad procede de la adafina judía (S.XV). La ortodoxia religiosa
obligaba a no trabajar por el Sabbath, y por ello, se ponía a cocer el viernes.
Luego, “la voluntad de diferenciación religiosa hizo que los cristianos
añadiesen el cerdo como gran pilar”. Gallináceas y cordero: el cordero es el
símbolo de Cristo. El capón, pollo, pavo o la pularda son también emblemas,
aunque no siempre al alcance de todos. Las gallináceas fueron importadas de
Asia por los griegos en los albores del S.IV a C. Al ser bienes de lujo, los
romanos llegaron a prohibir el consumo de gallinas para evitar la inflación,
pero la picaresca hizo castrar al macho, y así nació el capón. El pavo fue
importado por los conquistadores extremeños de América. “Y el pollo llegó a todas
las mesas cuando dejó el corral, a partir de los sesenta, gracias a las granjas
modernas y a la especie Broiler, más fácil de engordar”.
Canelones:
una costumbre curiosa es la de los canelones de San Esteban, elaborados con las
sobras de la escudella que se come en Cataluña el día de Navidad. Su origen hay
que buscarlo en las relaciones entre Génova y Cataluña y la oleada de la
inmigración italiana que sufrió Barcelona en el S.XIX. Turrones y neules: los
expertos coinciden en que los turrones y mazapanes, con permiso de Jijona o
Agramunt, y de Toledo, respectivamente, son de origen árabe. Las neules
catalanas y los barquillos son aún más antiguos que el turrón. El genuino
turrón deriva del alajú y los alfajores, muestras emblemáticas de la dulcería
árabe. Con rigor, turrones clásicos no hay más que de tres clases: duro o de
Alicante, blando o de Jijona y guirlache, mezcla de almendras y caramelo
cristalizado. El resto- de yema, de frutas, de coco...- no es más que variantes
del auténtico mazapán. Los mazapanes, que se vinculan al entorno de Toledo, son
unas golosinas árabes, o tal vez judías, que también se elaboran en Italia,
Alemania y norte de África. Se consumen en España desde la baja edad media y
alcanzaron su primer esplendor en el renacimiento. Populares y de raigambre
andaluza (Estepa y Antequera), los polvorones, mantecados, hojaldrinas...
derivan de las primitivas matanzas caseras que, al llegar el invierno,
elaboraban los cristianos viejos para aprovechar un animal rechazado por árabes
y judíos. Los polvorones son una mezcla de harina tostada, manteca de cerdo y azúcar,
a la que se añade canela o almendras molidas. Los mantecados, que en el S.XVIII
se apodaban mantecadillos o secadillos, se elaboran de forma parecida. Su
textura, más húmeda y mantecosa, se consigue añadiendo huevos batidos. Los
alfajores se asocian a Antequera y Medina Sidonia, pueblo gaditano que siglos
atrás fue la gran capital repostera de Al-Andalus. En torno a ellos siempre
giraron preciosas leyendas, como la que afirma que en tiempos de los Omeyas una
esclava llegó a conseguir la libertad gracias a la exquisitez de una fórmula
secreta.
Hay documentos que datan que Felipe
II durante las Navidades de 1584, en Alicante, ordenó preparar turrón para una
delegación diplomática de Japón. Primitivo Rovira, es el único productor de
turrón de Xixona que queda en el casco antiguo de su pueblo y que elabora este
postre como lo hacía su tatarabuelo. En su pequeña fábrica el tiempo se
detiene, aunque él y su equipo trabajan a toda pastilla entre finales de
octubre hasta el 22 de diciembre. Regenta la casa en la cual se sigue haciendo
no más de dos tipos de turrón. Los ingredientes se siguen mezclando a mano y el
resultado, una producción anual limitada a 35.000 kilos, no se encuentra en los
supermercados. En la calle la gente hace cola para comprar sus turrones de
Xixona a la piedra o sus tortas imperiales, que ya pedía la Casa Real italiana
en 1860. Supongo que antaño este postre no sólo se consumía durante las
fiestas. Es posible que un decreto real de 1740 obligara a los vendedores
ambulantes, de fuera de la Corte de Madrid, a vender sus productos sólo ocho
días antes de Navidad y ocho días después. Ya los mudéjares mezclaban la miel
con almendras y ajonjolí. En el antiguo Imperio Romano, el dios Janus presidía
el mes de enero. Este dios se representa con dos rostros, uno joven, que mira
al futuro, y otro viejo, que mira al pasado. Ya en aquel entonces los romanos
invitaban en los primeros días del año a familiares y amigos a comer dátiles,
higos y miel, para propiciar un dulce devenir todo el año.
Nochevieja es la fiesta pagana por
excelencia de la Navidad. En la localidad granadina de Berluches, por ejemplo,
se celebra el fin de año el 5 de agosto, desde 1994, cuando un apagón les
frustró el evento. El calendario gregoriano en 1582, convirtió ese día (San Silvestre)
en nuestro gélido clímax. Porque antes, en el calendario juliano romano, se
celebraba en marzo, inicio de la primavera.
Eso explica que en Rusia se haya
celebrado, a lo largo de los siglos, en cuatro meses distintos. E incluso hay
quien dice que las revueltas lusitanas en Hispania obligaron a los cónsules del
Roma a adelantar sus nombramientos y así también el inicio del año.
Dulces y atragantadas. Fue en 1909
cuando una excelente cosecha obligó a los viticultores a regalar la mercancía
sobrante. Así nació la tradición. La tradición dispone tomar las uvas en la
plaza del Ayuntamiento al son de las doce campanadas. La puerta del Sol de
Madrid ha trascendido la costumbre, contándose en los acomodados televisores de
medio país. El emblemático reloj de la plaza sirvió durante años para marcar la
hora oficial del país, y el rito de fin de año se inició en el siglo XIX,
cuando los madrileños empezaron a acudir al lugar para celebrarlo en directo.
El consumo de lentejas, proviene, en cambio, de Italia, donde es típico
abastecerse de esas leguminosas acompañadas con los excelentes embutidos
zampone. Nochevieja es la festividad del cava y el champán. Sus burbujas
simbolizan la felicidad. Todo gracias a un monje, Don Perignon (siglo XVIII) a
quien se le atribuye la champanización del vino.
Salud, dinero y amor. Pida un deseo por cada
uva que se tome, cómaselas con el pie derecho delante, póngase dinero dentro de
los zapatos y, cuando brinde, introduzca un anillo de oro en la copa, no se lo
trague, es para que le traiga prosperidad económica. Tras los besos y abrazos
tire un vaso de agua a la calle, le ayudará a alejar las penas y las lágrimas,
escriba en un panel las cosas malas y quémelo. Encienda velas, las azules le
traerán paz, amarillas (abundancia), verdes (salud) y blancas (claridad) y no se olvide de pedirle
a alguien que le regale lencería rojo pasión. Encontrará a su príncipe o
princesa.
El roscón de Reyes tiene un origen pagano. Tras el
solsticio de invierno, los romanos agradecían al dios Saturno la llegada de los
días más largos comiendo tortas de miel y dátiles. El vínculo con lo religioso
se introduce en Francia, en la Edad Media. Las familias conmemoraban la
historia bíblica de la huida de Egipto comiendo una rosca de pan dulce en la
que se escondía una habichuela, que representaba al niño que se libraba de las
garras del malvado rey Herodes. Al que le tocaba el haba era elegido rey por un
día. En España la tradición del roscón se remonta al siglo XVII. Hoy del juego
que se comparte alrededor de este bollo con sabor a azafrán, cítrico y frutas
escarchadas hay diferentes versiones. En algunas regiones, el roscón esconde
figurita y haba. En otras, sólo haba o sólo figura. Y hay múltiples
interpretaciones: que a quien le toca el haba paga el roscón y el de la figura
es el rey. O que el rey es quien encuentra el haba...
Las celebraciones de año nuevo suponen la despedida del año
que muere y la bienvenida del que nace. Se hace el despliegue de buenas
intenciones más importante del año. La forma de celebrar la Nochevieja y el año
nuevo cambia en cada país, nación o cultura.
Olentzero es un carbonero que trae regalos, viene de las
montañas y baja a los pueblos.
O Apalpador es un carbonero que baja de las montañas la
noche del 24 o 31 y toca la barriga de los pequeños a ver si han comido cosas
buenas. Les deja castañas…
"El caganer" "El cagón"
"Cagöes" "Cacone" "Pastore che caca". Hay muchas
interpretaciones de esta emblemática figura, me quedo con estas:
"Figura obligada de los belenes ochocentistas, ya que
la gente decía que con su deposición abonaba la tierra del belén, que se
transformaba en fecunda y aseguraba el belén para el siguiente año y con él la
salud y la tranquilidad del cuerpo y alma que son necesarias para hacer el
belén, con gozo y la alegría que comporta la Navidad cerca de la chimenea.
Colocar esta figurilla en el belén traía suerte y no hacerlo comportaba
desventura."
Joan Amades
Pals (Gerona-Cataluña): Nacimiento de Jesús. La noche está a punto de caer y los
rojos, azules intensos del atardecer mediterráneo constituyen el primer y
extraordinario fondo. No hay que llegar con la hora justa: la villa, monumental
y armónica, con castillo del siglo IX, románica torre de las Horas (de planta
circular y 15 metros de altura) y reconstruida muralla del siglo XII, se ofrece
en toda su hermosura, y mejor no desaprovecharla. Sus casas, sus vecinos se
involucran en una historia que nació en 1987. El recorrido de este Pessebre
Vivent comienza en la plaza de la iglesia gótica de Sant Pere y sigue un circuito
de algo más de un kilómetro. Aunque el medio centenar de escenas experimenta
algunos cambios cada año, el esquema es similar: Adán y Eva, el sacrificio de
Isaax, la anunciación a los pastores, el palacio de Herodes con sus inevitables
guardias de mecánicos movimientos, los Reyes Magos, payeses con el tradicional
tió (presente en las casas catalanas, donde al golpearlo los pequeños salen
dulces y golosinas), San José, la Virgen y el Niño y la huida a Egipto. No
faltan diablillos que inoportunan festivamente a los espectadores,
alpargateros, tejedores, hilanderas, alfareros, pescadores, talabarteros,
herreros y una castañera, algunos de ellos ejerciendo realmente su oficio. En
la plaza se instala un mercadillo ambientado en la época y donde se pueden adquirir
productos navideños.
Gernika (Vizcaya-País Vasco): Marijeses. El
16 de diciembre, a las cuatro de la madrugada, los marijeses llenarán con sus
cantos, durante dos horas, las calles de Gernika (Vizcaya) y los seguirán
haciendo durante las ocho madrugadas siguientes, hasta la víspera de Navidad,
en que cantan hasta las 14:00 acompañados de antiguos componentes y sus
familias. Los nueve días que anteceden al nacimiento del Niño Dios, las
madrugadas entre las 4 y las 6, se embellecen en las calles con la ronda de los
marijesiak. El 24 a las 4, 7 y 10. Las
armónicas voces recorren, a la luz de los faroles, el casco urbano y los
barrios nuevos, “para que no falte ni uno”. El grupo es abierto; en 1982
empezaron a incorporarse las mujeres. En 2008 fueron unas 70 personas. La
palabra marijeses procede de combinar los nombres de maría y José, que aparecen
en los estribillos. El solista canta la primera estrofa y le responde el coro,
en euskera. Ya en el siglo XVII se hablaba de estos marijeses. “Aunque estés desnudo,
tú no eres pobre, ya hay ropa cosida en el cielo para tí, dice una de las
letras”.
Segovia (Castilla León): “Música en los
barrios”. Hasta el templo románico de la Virgen de la Cerca, en Madrona, a
ocho kilométros de Segovia, llega el ciclo de Adviento y Navidad organizado por
la Fundación Don Juan de Borbón y con entrada libre.
Trabazos (Zamora-Castilla León): Campeonatos de
bandas de gaiteros. Tocan a cuatro gaiteros y medio por cabeza. El 20 de
diciembre tiene lugar la primera fase del XX Campeonato de la Liga Gallega de
Bandas de Gaitas, con intervención de 55 agrupaciones procedentes de Madrid,
Barcelona, Toledo, Murcia, Asturias, Valencia, las cuatro provincias gallegas y
Portugal. La entrada es libre.
Vélez Rubio (Almería-Andalucía): Encuentro de cuadrillas. Parrandas, malagueñas, seguidillas,
jotas, gandulas, misas y aguilandos: guitarras, bandurrias, requintos,
platillos... volverán a sonar el fin de semana del 19 al 20 de diciembre, en el Encuentro. El sábado a
las 12:30 pasacalles, y a las 13:00 concentración en la plaza de la
Encarnación, por la tarde a partir de las 16:00 en el cine teatro municipal
Óvalo, con entrada libre. El domingo actúan a las 13:00 en la plaza de la
encarnación, a las 16:00 en el teatro.
-18-22 diciembre:
Dolmen de Dombate (Cabana de Bergantiños, A
Coruña), cuyo centro de interpretación
organiza un programa de actividades y talleres relacionados con el solsticio de
invierno.
El Romeral (Antequera, Málaga): solsticio de invierno.
-19:
Logroño (La Rioja): Esperanza.
Logroño (La Rioja): Esperanza.
-Domingo anterior a Navidad:
Braojos de la Sierra (Madrid): Pastorela. A la
13:00 en la Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir. También se hace los días
1 y 6 de enero.
Ojén (Málaga-Andalucía): fiesta de las
migas.
-21:
País Vasco:
Santo Tomás en Irún, Bilbao, San
Sebastián, Azpentua, Lekeitio, Ondarroa. Chorizo, Talo, sidra. En Tolosa y
Guernika alubiadas por Santo Tomás.
-24:
Obejo (Córdoba-Andalucía): Retablo de los
Ángeles. “Dame el aguinaldo, carita
de rosa, que no tienes cara, de ser tan roñosa”. Cantan los componentes
del Retablo de los Ángeles de la localidad cordobesa. Es Nochebuena y las
gentes andan ya a estas horas recogidas en sus viviendas, preparando la cena
familiar. Es el momento elegido por los seis chavales que representan al
mochilero, los ángeles, el atemorizado, el arcángel San Miguel y Lucifer para
recorrer, casa por casa, su pequeño pueblo. Antes piden permiso: “¿entran los
ángeles?” Y normalmente reciben desde el interior un “que pasen”, tras el que
franquean la puerta. Luego llevan a cabo una pequeña representación, que dura
apenas cinco minutos y que culmina con la derrota del maligno Lucifer, el canto
del villancico y la recogida, habitualmente en especie, de las
aportaciones.
Labastida (Álava-País Vasco): Este municipio, ubicado en la Rioja alavesa, celebra la
Nochebuena de un modo especial. Para ese día, anota en tu agenda la famosa Danza de los Pastores, donde el
Cachimorro, personaje que luce un traje muy colorista, conduce a los danzantes
guiado por un bastón. Irrumpen con su danza durante la Misa del Gallo; al
fondo, el impresionante retablo barroco de la iglesia de la Asunción. Van a
presentar sus respetos al belén viviente. Resuenan las castañuelas del
cachimorro y el golpear de los palos contra el suelo de los doce pastores,
acompañados del abuelo, que porta un cordero, y la zagala. Los primeros datos
escritos son de 1708. Antes del Olentzero, viejo minero ataviado con largas
barbas que recorre las calles del pueblo a lomos de un burrito, ha obsequiado
con regalos y golosinas a los chiquillos. .
Galisteo (Cáceres-Extremadura): Rajas. Los 33
integrantes de la cofradía del Niño Dios ponen con sus rajas música a la
Nochebuena de Galisteo, de 1050 habitantes. “Las rajas, que se cantan desde que
se fundó la cofradía, se acompañan con la tambora, que llamamos caja, y con
unas castañuelas gigantescas”. La comitiva que parte con sus negras capas de
paño hacia las 22.00 y hace las rajas hasta medianoche, está encabezada por el
decano, el cofrade más antiguo, que lleva en la mano un farol de aceite. El
estribillo es: “cantemos, bailemos y hagamos las rajas, que ha nacido el Niño
Dios esta noche entre la paja”. Auto de Navidad. Emociona este auto de Navidad
puesto en escena el 25 y más aún, la víspera, la interpretación de villancicos por
parte de los 33 componentes de la hermandad del Niño Dios, cuyos primeros
documentos datan de 1763. Una persona toma el farol del aceite y encabeza la
comitiva de la cofradía del Niño Dios en su recorrido, cálido y entrañable a
pesar del frío, por las calles de Galisteo. Para la ocasión ostenta dos cargos:
el de mayordomo y el de decano, ya que es el hermano de mayor antigüedad. El
número de cofrades ha de ser necesariamente de 33, por los años que vivió
Jesucristo, como estipulan unas ordenanzas que se hicieron en 1762 “juntando
papeles anteriores, cuya fecha exacta no se ha encontrado”, según Serafín
Portilo desde que entró en la cofradía, en 1977, a la par que secretario. Las
vacantes se cubren siempre por línea familiar. Así ha sido desde el principio
en un pueblo con muralla y torre almohade, y de apenas 1200 habitantes. Los
demás cargos son el muñidor, que toca la caja o tambor, y carantoña, figura que
pone el contrapunto burlesco a la celebración. Suenan en Nochebuena villancicos
tradicionales llamados rajas, acompañados de la caja y de castañuelas
gigantescas. Visitan las casas de todos los hermanos; si en alguna hay luto,
sustituye por un padrenuestro. En la mañana de Navidad se dice una misa
solemne, presidida por la cuna con el Niño, que ha trasladado la mayordoma a la
cabeza, con los cofrades formados en dos filas. Todo Galisteo acude a adorar al
recién nacido. La elegancia de oscuras capas, de velones encendidos, de rostros
surcados por la vida, marca la ceremonia. Y llega la tarde, el auto sacramental,
la comedia, como popularmente la llaman. El sábado, el entarimado de la plaza
acogerá Los sueños del primer hombre y bandolero en la sierra, obra de “un
ingenio de la Corte”. Tienen 36, aunque
cinco o seis no se representan porque no incluyen el nacimiento del Niño Dios”.
Cada 25 de diciembre, pequeños y mayores se arraciman en torno al escenario.
Hace frío. Luce el sol. Sólo la invasión francesa impidió durante dos años que
la cofradía pusiera en pie su auto navideño.
Mallorca (Islas Baleares): A las 22:00 en la misa de Nochebuena de la basílica del
emblemático santuario, en muchas de cuyas celebraciones interviene la escolanía
conocida como los blauets, por el color azul (blau) de su vestimenta. El Cant de Sa Sibil-la es un ritual profético sobre el fin del
mundo y el juicio final, extendido en la liturgia visigótica por todo el
territorio de la Corona de Aragón y prohibido a mediados del siglo XVI por el
Concilio de Trento. Por fortuna y dado su enorme arraigo, un privilegio
especial lo salvó en Mallorca, donde, además de en Lluc, se canta en la
catedral de Palma y en algunas parroquias de la isla.
-24-25:
Vélez Blanco (Cádiz-Andalucía): fiesta de las
Ánimas. Cuadrillas de jóvenes y mayores cantan al son de instrumentos de
cuerda, recorriendo las casas y cortijos del pueblo, donde les invitan a comer
y beber.
-25:
Pico de Urbión: Hace más de cuatro décadas que el domingo anterior a
Nochebuena los montañeros y excursionistas de las provincias que rodean al
mítico Urbión ascienden a su cumbre para montar entre las rocas heladas de su
cúspide un pequeño portal de Belén. Se trata de un ritual prenavideño que tiene
sus orígenes en el espíritu de aventura de una docena de montañeros sorianos.
En 1952 habían creado el Centro Excursionista Soriano (CES), que organiza cada
agosto la conocida travesía a nado de la Laguna Negra (convertida en uno de los
acontecimientos deportivos más importantes de Soria). Once años después, en
1963, decidieron celebrar el inicio de la Navidad con la colocación de un
nacimiento en la cumbre del Urbión, aunque entonces nadie se imaginaba que esa
idea se convertiría con el paso de los años en toda una tradición. Cuenta
Gregorio Sanz, miembro veterano del CES, que las condiciones en los primeros
años eran muy duras, porque los equipos de montaña eran precarios y las nevadas
acumulaban varios metros de nieve y hielo en las laderas. Pero sólo un año, a
principios de los setenta, fueron incapaces de llegar a la cima e instalaron el
belén en la Laguna Negra. Entonces se juntaban tres o cuatro docenas de
montañeros; ahora, si el tiempo acompaña, el número de participantes en esta
romería laica puede superar el millar de personas de todas las edades, incluso
niños. Aunque muchos excursionistas suben por los caminos de Covaleda y Duruelo,
la ruta primaria es la senda que asciende por la Laguna Negra. Desde aquí se
trepa por el paso del Portillón hasta la Laguna Larga, para proseguir por la
Cuerda del Urbión hasta coronar la cima. La duración de la travesía es de unas
tres horas de subida y dos de bajada, aunque todo depende de la inclemencia del
tiempo. La mayor parte de los participantes llegan a pie, pero también lo hacen
con esquís, en bicicleta e incluso con trineos tirados por perros.
San Martín de Castañeda-Galende (Zamora-Castilla
León): Cortejo
de la Bisparra. El personaje principal es la talanqueira, enorme armazón que
simboliza a un toro y que obliga al hombre que carga con él a permanecer todo
el tiempo con los brazos extendidos, con el peligro que eso supone si, por
alguna circunstancia, se da de bruces contra el suelo. Le acompaña la dama, que
persigue y golpea a las mozas con la verdasca; el galán; dos ciegos, a los que
algunos llaman cernadeiros, cargados con un saco de ceniza para arrojar a los
espectadores que contemplan su paso por las casi desiertas calles; y los
bisparros con sus ruidosos cencerros a la espalda y cubierta su cabeza por unas
máscaras hechas con telas de muchos colores, llamadas calantroñas. Algunos
portan en la mano tenazas de madera, con las que sujetan a sus presas. Todos
los personajes están representados por varones. Ciertos actos tradicionales
como los casamientos y la loia no se han recuperado, pero si permanece viva la
sonrisa de quienes contemplan el cortejo y dan el aguinaldo.
Alcázar de San Juan (Ciudad Real-Castilla
La Mancha): Carnavales. Es diciembre,
pero es carnaval. El día 22 los peleles -unas figuras hechas con ropa vieja
rellena- cuelgan de los balcones de Alcázar. Es el anuncio: serán manteados y
quemados el día 28, en que se entierra la sardina. Pero antes, habrá desfiles
de disfraces adultos e infantiles, comparsas por las calles, y celebraciones en
cada rincón.
Fiesta
de interés turístico regional.
FECHA
DE CELEBRACIÓN:
Del 25
al 28 de Diciembre.
SUGERENCIAS:
La
celebración de los carnavales se extiende a actos propios navideños, como
exposición de belenes y cabalgata de los reyes magos, haciendo de Alcázar de
San Juan un estupendo lugar donde pasar las Navidades.
“Después
de cantar los Maitines y antes de la Misa del Gallo, salió de la iglesia la
Comunidad bailando y con sus monteras puestas. Fue tan grande el concurso para
ver el baile, que todo fue confusión y desorden. Después de la misa se consumó
la profanación, llegando a tal el desenfreno, que se fumó en el Templo, se
hablaron mil desvergüenzas y un bárbaro dijo un sermón burlesco, hasta que los
religiosos a las dos de la mañana los echaron y cerraron la iglesia.
Ni el
prelado de dicho convento impidió, como debía, los referidos excesos, antes
parece contribuyó a ellos, pues mandó se repitiese el baile el día de los
Inocentes en la Iglesia después de misa mayor, quizás por no exponerse de nuevo
a que lo llamaran traidor como fue tildado en públicos pasquines”. De este
escrito se desprende que es la propia Comunidad Franciscana la que da pie a
estos sucesos denunciados. Esto nos lleva
a la conclusión de que estas parodias que se denuncian, comienzan en un
día que no podemos identificar y que se anuncia su repetición para el día de
los Inocentes.
La
participación de la Comunidad Franciscana en estas fiestas paródicas, es
evidente y los podemos identificar con el Carnaval incipiente.
La
fiesta se presenta como una celebración normalizada con cierta estructura
permanente al tener lugar después de los Maitines o sea que no surgió de manera
espontánea, sino que su aparición y desarrollo tiene una cierta estructura, que
conlleva el expreso consentimiento de la Comunidad franciscana, que participa
abiertamente en ella y decide claramente cuando termina, desalojando y cerrando
la iglesia, como se ha dicho.
Las Pedroñeras (Cuenca-Castilla La Mancha): Benditas ánimas del Purgatorio. El día 25 por la mañana
comienzan desde por la mañana, los tamborileros y alabarderos dando una vuelta
de postulación por el recorrido habitual. Coincidiendo con la salida de la misa
mayor, todas las limosnas en especie que hubieran recibido serán subastadas en
la plaza por el Animero y su valor será contado por el Alarbadero Mayor e
integrado al conjunto de limosnas en metálico del día.
-26:
Peloche (Badajoz-Extremadura): los quintos suben al monte para bajar los troncos de la luminaria. Ahora lo hacen con
tractores. Es más rápido menos cansando, pero se ha perdido la algarabía de
bajarlos arrastrados por sogas a lo largo de las calles del pueblo hasta la plaza. La
luminaria debe de mantenerse encendida toda la Nochebuena y el día de Navidad;
y es punto de parada obligada para la población, que viven las fiestas en la
calle. Ese día comen migas todos juntos, invita a todos los que están cerca de
ellos y cuando se terminan las fiestas, echan cuentas y pagan las deudas. Para
ayudarse, el día de Navidad por la mañana temprano, van pidiendo limosna por
las casas acompañados de su zambomba. Invitan a coñac y anís, al tiempo que
recogen lo que el vecindario tiene a bien darles. Una de las letras
características de las pascuas es: “tengan ustés buenas pascuas con contento y
alegría, como las tuvo José y en el portal con María y en el portal con María”
El día de Nochebuena, por la noche,
se celebra la misa del gallo, en la que, desde hace mucho tiempo ya, los niños
de la escuela representan un pequeño Auto de Navidad.
Ya el día 6 de enero, si hay
mayordomo para las fiestas de San Antón, es el primer día que se reúnen los
danzantes en su casa. Hay un dicho en Peloche “de Navidad a San Antón, fiestas
son” y es cierto. Se enlazan unas con otras y apenas hay un espacio libre entre
medias. Acabando las navidades se comienzan los preparativos para el Santo.
Ferreras de Arriba (Zamora-Castilla León): Mascarada. El
atávico enfrentamiento entre el bien y el mal ha dado, y sigue dando, mucho de
sí en nuestras tradiciones populares. Dos grupos, los guapos (madama y galán) y
los feos (diablo y filandorra) recorren las calles en la fría mañana del 26 de
diciembre. Entran y salen en todas las viviendas, incluso en las que se
encuentran en los rincones más alejados de una localidad de algo más de
quinientos habitantes, que les reciben con aguinaldos, pastas, licores y una
sonrisa en la boca. Y eso a pesar de que les tiznan (sobre todo a la dueña de
la casa) y se adentran hasta el último de los rincones. El diablo luce careta
de piel de cabra rematada por cuernos, chaqueta roja, pantalón con cintas,
cencerros a la cintura y unas tenazas para atrapar a la gente que se resiste a
dar su aportación. La filandorra usa un vestido negro lleno de tiras de
colores, sombrero y mantilla. Lleva además un látigo, argumento definitivo para
obtener las aportaciones requeridas: una curacha, corcho quemado con el que
tizna, y siete cencerros a la cintura, en los que algunos han querido ver la
representación de los siete pecados capitales. No es de extrañar este tipo de
asociaciones en una celebración que, según la mayoría de estudiosos, se remonta
a la Edad Media.
En
cuanto al galán y la madama, visten de fiesta y repiquetean unas castañuelas.
El galán coloca sobre la cabeza del dueño de la casa el sombrero que porta, en
señal de felicitación, mientras que la madama se cubre con manto, mandil,
toquilla y pañuelo. Antiguamente, el aguinaldo obtenido mediante esta singular
forma de felicitar las Pascuas se componía de productos de matanza, que se
lleva a cabo en esos días. Según algunas versiones, en tiempos de escasez, y
cuando en la casa visitada no había con qué obsequiar al grupo, la filandorra,
trastocando su papel exigente y pedigüeño, “sacaba de su zurrón lo mejor que
llevaba y se lo entregaba a sus habitantes”.
Pozuelo de Tébara (Zamora-Castilla León): El Tafarrón y la
Madama.
Etxalar (Navarra): Olentzero.
Rupit (Barcelona-Cataluña): belenes vivientes.
Buitrago de Lozoya (Madrid): belén viviente.
Quesada (Jaén-Andalucía): fiesta de
Dos.
Zamora (Castilla León): mascaradas de
invierno. Zangarrón de Sonsoles;
Filandorra de Ferreras de Arriba o el Tafarrón de Pozuelo de Tábara.
-28:
Málaga (Andalucía): fiesta de los
verdiales. Ese día llegan a la Venta de San Cayetano o del Túnel en las
cercanías de la capital, pandillas de verdiales procedentes de Comares,
Almogía, Puerto de la Torre y de la propia Málaga, para competir cantando
fandangos, de tipo verdial, una canción muy alegre, considerada “padre” del
cante de la provincia. A ello hay que unir la vistosidad de los sombreros que
lucen los participantes.
Las Iles (Camaleño-Cantabria): Los Inocentes.
Elche (Comunidad Valenciana): Venida de la
Virgen. Los años pares. Según se cuenta, la patrona arribó a las costas de
la vecina playa de El Tamarit en un arca que flotaba a la deriva sobre las
calmadas aguas mediterráneas. En su tapa, una leyenda: “Sóc per a Elx” (soy
para Elche); en el interior venía, además de la imagen, el consueta, o libreto,
del Misteri. El primero en avisarla fue el guardacostas Francesc Cantó, quien
picó espuelas a su caballo y llegó hasta la villa, para advertir a la población
del hallazgo. “Ha aparegut/ a la vora del mar...” (Ha aparecido / a la orilla
del mar...”): la cantinela del vocero que lee el bando es una de tantas
melodías festivas que arrullan aquí la infancia. Otra es el grito de Cantó: “¡a
la playa, ilicitanos!”. Esa invitación es seguida literalmente los años pares,
cuando miles de personas aguardan junto al mar, la aparición del arca,
acompañando después la imagen en romería hasta la ciudad por el camino viejo de
Santa Pla. Anualmente, el 28 de diciembre, Cantó emprende una veloz galopada
hasta el Ayuntamiento, jalonada por las fascinadas miradas infantiles. Al día
siguiente, la Virgen sale en procesión sobre un trono repleto de niños y niñas
alados y entunicados, que revolotean entre el estruendo de potentísimas tracas:
pólvora y ruido, inherentes a las manifestaciones de alegría por estas tierras.
Antes en Navidad los pequeños han recibido las estrenas, que no tendrían mayor
importancia si no fuera porque, como recoge Julio Caro Baroja en El Carnaval,
el 1 de enero, se regalaban las “strenae”, cuyo nombre y concepto perpetuados,
proceden al parecer de la diosa Strenia. Después, la huella de las atxes
(hachas) marca el camino a los Magos de Oriente. En la noche del 5 de enero,
manos diminutas empuñan largas antorchas de palmas, siguiendo su rastro, los
Reyes saben dónde deben depositar sus juguetes.
En el
origen legendario del Misteri está la llegada por mar de la virgen de la
asunción, en la madrugada del 28 de diciembre de 1370, en un arca que contenía
también el consueta, o libreto de la fiesta. El guardacostas Francesc Cantó fue
el autor del hallazgo, cuya representación, en las aguas de la ilicitana playa
del Tamarit, nació como decenal en 1940, cambiándose a bienal en 1990. La
imagen es trasladada en romería hasta Elche, a unos 16 km.
Alicante (Comunidad Valenciana): Rei Moro de Agost,
Festa dels Folls de Camp de Mirra.
Jalance (Alicante-Comunidad Valenciana): fiesta de los
locos.
-30:
Guadix (Granada-Andalucía): Fiesta de la
Carretá.
Centelles (Barcelona-Cataluña): fista del Pi. Todo
empieza cuando aún la noche se cierne sobre Centelles, una vez ha terminado la
Missa de Galejadors: entonces, con frío en el ambiente pero el ánimo bien
dispuesto, grupos de personas, los varones, en su inmensa mayoría, vestidos con
traje tradicional, cubierta su cabeza con una barretina roja, se dirigen al
bosque, donde se encuentra el pino, previamente elegido, que se habrá de
convertir en el protagonista de la fiesta. Una vez allí, lo primero son las
hogueras, las brasas, los exquisitos embutidos y el pan recién hecho. Luego, el
traslado y la entrada triunfal en Centelles, entre el replicar de las campanas
y el estruendo de los trabucos, que se hará ruido infernal cuando, en la plaza
y en círculo, sean disparados todos a la vez. Tras ello, la calma renace con el
Ball del Pi, interpretado por l´Esbart del Pi. La copa del pino culmina su
triunfal itinerario adornada y colgada boca abajo, en el interior de la
iglesia.
-31:
Huesa (Jaén-Andalucía): fiesta de San
Silvestre, en las que lo más destacado en la presencia de los llamados
cargos de San Silvestre y “ginches”, vestidos con uniformes del siglo
XVIII.
Cervera de Buitrago (Madrid): durante el día, los mozos piden el aguinaldo y recogen
leña para por la noche encender la luminaria.
Antiguamente, el cura del pueblo era el encargado de prender la hoguera.
Jerez de la Frontera (Cádiz-Andalucía): Navidad y días
previos. Las Zambombás. Almirez, pandereta, botella rayada de anís, y sobre
todo la zambomba- vasija de barro cubierta con una tela, y en cuyo centro se
calva una caña que emite sonidos graves al frotarse-, son los protagonistas de
las noches navideñas en Jerez de la Frontera. En numerosos patios y calles de
los barrios históricos, suena cada noche un peculiar coro flamenco donde
familiares y amigos cantan villancicos tradicionales.
Despedir
el año corriendo puede ser una alternativa saludable antes de ingerir las doce
uvas. Numerosas ciudades españolas organizan carreras en la noche del 31 de
diciembre (festividad de San Silvestre). Para la mayoría de participantes se
trata de pruebas lúdicas, sin espíritu deportivo; tratan para divertirse y
demostrar su condición de corredores en un día tan señalado. Millares de personas,
en sintonía con los atletas, salen a la calle para vitorear a los que desafían
las bajas temperaturas. Además de los habituales premios en metálico y
obsequios, se entregan regalos insospechados. En Crevillente (Alicante), los
100 primeros reciben una cesta de Navidad, en Getafe (Madrid) el campeón se
embolsa su peso en langostinos, en Cuenca se le da un pavo al ganador y en Castellón
se reparte cotillón entre público y corredores. La tradición de las carreras de
San Silvestre, se inició en 1924, según la revista Corricolari, Ese año se
celebró la primera prueba de estas características en Sao Paulo (Brasil).
Durante decenios, la fiesta atlética se desarrollaba en la frontera del nuevo
año y los corredores oían emocionados las doce campanadas. Desde hace dos
décadas las carreras se celebran por la tarde y la noche. Hay carreras en:
Avilés (Asturias), Barcelona, Castellón, Crevillente (Alicante), Cuenca,
Galdákano (Vizcaya), Guardesa (Pontevedra), Inca (Baleares), Logroño, Pamplona,
Salamanca, San Sebastián, Toledo, Valencia, Vallecas (Madrid), Vitoria.
Las
fiestas de Las Candelas es una de las
tradiciones más antiguas que se conservan, siendo sus orígenes anteriores a
otras muchas como la de la Inmaculada. Esta fiesta cerraba el ciclo de Navidad
que comenzaba con la Purísima y acababa con ella, que conmemoraba Purificación
de la Virgen en el templo, sus orígenes no son cristianos y se cree que en ella
se unieron varios ritos paganos destinados a la purificación, que se identificó
con la luz y dado que hasta el siglo pasado las candelas (velas) eran la fuente
principal de iluminación, de aquí
proviene su nombre. En esta fiesta se bendecían velas de varios colores, cada
color para un uso, y se repartían a los fieles. Al tratarse de velas
bendecidas, no se empleaban para el consumo, se reservaban para usos de
carácter religioso. Se usaban para prevenirse de los rayos y del granizo en las
tormentas, para ahuyentar a las brujas, y los malos espíritus, para proteger a
la familia de las enfermedades y también a los rebaños y animales de labranza.
La vela blanca se empleaba para las ceremonias religiosas: la procesión del
mismo día de la Candelaria, la Semana Santa, etc. La amarilla, para los
funerales y para iluminar durante la extremaunción a los moribundos. En algunos
casos las velas las daba la iglesia, proporcionadas por cofradías que se
ocupaban del culto a la Virgen de la Candelaria. En otros casos, era el
ayuntamiento el que corría con el gasto, e incluso los mismos fieles tenían su
propia fabricación de velas que bendecían en la iglesia. Ni que decir
tiene, que no eran en absoluto ajenos a la idea de purificación: para las mujeres
embarazadas, las que acababan de dar a luz y las que deseaban descendencia,
esta festividad tenía una especial significación, y en torno a ella se
desarrollaron curiosas tradiciones. La luz de las velas benditas jugaba un
papel importante en la felicidad de los partos y en las oraciones para
conseguir marido o para quedar embarazada. Respecto al cierre de la
Navidad, era un día en que se cantaban los
últimos villancicos ante el pesebre, que ese día se desmontaba y se
comían los últimos turrones, barquillos y demás dulces especiales de la
Navidad: a partir de este día se consideraba totalmente fuera de lugar las
músicas, los adornos y los dulces navideños, se había entrado en una nueva fase
litúrgica.
Pesebres
vivientes en Girona:
Pals,
Peralada, Castell D´Aro, Báscara, Santa Pau, Llagostera, Joanetes, Ridaura,
Vilavenut, Fontcoberta, Montagut, Brunyola.
Plantas
y flores tradicionales de Navidad:
Laurel:
la hoja de laurel entre los paganos romanos fue sagrada para el dios Apolo. En
el mundo cristiano representa el triunfo de la humanidad por el Hombre Sol.
Rosemary:
se usa para las comidas de temporada. En la edad Media en Navidades el suelo
estaba cubierto de esta planta. Se dice que el delicioso aroma viene de que la
Virgen María se lo ponía al niño Jesús, también se dice que el nombre viene de
la Virgen y que es ofensivo para los espíritus del demonio.
Ivy:
representa la vida eterna en el mundo pagano y se desarrolla hacia el mundo
Cristiano como símbolo de promesa y vida eterna. Es muy conocida en la Navidad inglesa.
En el mundo antiguo era el símbolo del dios Baco, el dios del vino.
Mistletoe:
Es muy rara, no tiene raíces y vive fuera del árbol. Se dice que la sacralizaron
los antiguos europeos. Los curas druidas la usaban en los sacrificios a los
dioses mientras los celtas decían que tenían poderes milagrosos. Según ellos curaba
enfermedades, contra venenos, hace a los humanos y animales prolíficos, protege
de los fantasmas y hace a ellos hablar. Dicen que dársela a alguien da buena
suerte.
-Diciembre-Febrero:
Huelva (Andalucía): Fuenteheridos es una de las
localidades onubenses más tempraneras, con la matanza de un cerdo a
principios de diciembre con la que
arranca la temporada, que se prolonga hasta bien entrado febrero. En las
comarcas del Andévalo y Aracena aún pervive la matanza tradicional.
Sevilla (Andalucía): En la sierra Norte, en
localidades como Cazalla de la Sierra, aún se sacrifican cerdos fuera del
matadero industrial, aunque es una práctica poco extendida.
Córdoba (Andalucía): En la pared del Museo de Artes
y Costumbres Populares de Zureros cuelga un testamento del cerdo. El pasado mes
de febrero sirvió como apertura oficial de la Primera Matanza Popular, que
pretende recuperar esta tradición que se empezaba a perder. En el norte hay
otros intentos por recuperar festejos relacionados con la matanza: Espejo, por
ejemplo, y Villanueva de Córdoba celebrara su fiesta el último día de febrero.
Granada (Andalucía): la tradición tiene arraigo en
La Alpujarra sobre todo en localidades como Calicasas, que reciben los días
festivos con matanzas caseras, que también son frecuentes en Santa Cruz del
Comercio. En Capileira (diciembre) y Padul (febrero) también hay fiestas
populares en torno a esta tradición.
Jaén (Andalucía): En las aldeas de la sierra de
Segura se conserva aún la tradición de la matanza del cerdo casi igual que en
épocas pasadas. Una tradición que ha rescatado Campillo de Arenas, en Sierra
Mágina.
País Vasco: al tronco de leña más robusto y de más
extraña apariencia que ardía en el hogar durante la Nochebuena le apodaban
Olentzero enbor, y en la mañana de Navidad, tizón medio chamuscado, lo sacaban
invocando su mágico poder de curar al ganado. En otros lugares de Guipúzcoa y
Navarra eran varios los troncos que colocaban en el fogón en Nochebuena: uno
por Dios, otro por la Virgen y otro por los santos; por el señor de la casa,
por el ama de la casa y por cada uno de los que en ella habitaban. Los leños
ardían vivamente durante la cena hasta consumirse, a excepción del dedicado a
Jaungoikoa, el Señor de lo Alto. Una vez sofocado, lo retiraban y el día de Año
Nuevo volvían a prenderle fuego y lo situaban ante la puerta del caserío. Uno
por uno, todos los componentes de la familia lo iban saltando mientras invocaban:
¡Sarna, fuera! Luego los animales de la casa y el ganado. Así el gabonzuzi,
tizón de Nochebuena, otorgaba a todos su protección.
En Cataluña, las familias montañesas que al correr de
los siglos emigraban a la ciudad entronizaron el rústico tió en la insólita
intimidad de sus domicilios barceloneses. Y hoy en día aquel tronco venerable
sigue en un cálido rincón del comedor, abrigando con una manta. A ratos, los niños lo pasean y lo sacan
al sol, le ponen en un plato la comida: pan, almendras, avellanas, higos secos,
olivas… que el tronco se zampa a hurtadillas, que conviene cebarlo bien para
que la nit de Nadal cague turrones, golosinas y regalos. El tió descubre bajo
la manta toda suerte de dones.
En todas las iglesias de Mallorca (Islas Baleares), luego
del canto de maitines y antes de la misa, se celebra la ceremonia, el Cant de
la Sibil-la, de origen medieval y con resonancias paganas. Las sibilas eran
mujeres clarividentes que predecían el futuro con turbadores oráculos. Un
monaguillo revestido con una túnica de seda blanca, flanqueado por dos ciriales
y sosteniendo en su diestra una gran espada de madera, va a entonar desde el
púlpito unos versos sobre el juicio final y el segundo advenimiento de Cristo
para juzgar a los vivos y a los muertos. La ceremonia concluye con alegría, la
sibil-la corta los hilos de las guirnaldas- con su pan bedito y sus coques
ensartadas, tendidas de lado a lado del templo. La chiquillería se abalanza a
pillar tantas tortas como pueda.
En Canarias, desde la octava anterior a la Navidad, al
rayar el alba celebraban Misas de Luz como ansia del solsticio, del renacer del
Día, y del alumbramiento de la Virgen. En la Nochebuena a la salida de la Misa
del Gallo, en la zona de Anaga, se cantan los arrullos y en Taganana y La
Matanza, se celera el Baile del Niño, que interpretan los mozos, vestidos de
pastores, al son de tambor, de flautas, de castañuelas, siguiendo un vivo ritmo
de tajaraste.
En Cantabria, en la Montaña, los marzantes recorren en
cuadrilla las aldeas, de casa en casa, dirigidos por el “caporal”, que es el
soltero de más edad de entre los mozos. Van cantando villancicos o marzas y
extendiendo la mano a la generosidad del vecindario.
La vigilia concluía en la
taberna; allí se reunían a zamparse las marzas, o sea morcillas, torreznos,
huevos y demás pitanza que habían logrado en su divertida ronda de Nochebuena.
En Valencia (Comunidad Valenciana) los Ayuntamientos de
Inocentes son costumbre viva en bastantes poblaciones valencianas. Los
candidatos al Consistorio burlesco se presentan provisto de toda suerte de antiguallas:
capas raídas, sombreros rotos, chaquetas deshilachadas… Se nombra al alcalde,
al regidor síndico y al alguacil entre
los tipos más originales del pueblo; un ceceoso, un perniturto, un tartamudo,
un tonto… Ellos van a promulgar la ley de los Inocentes. Las locas autoridades
con la cara enharinada toman el mando: el alcalde, el secretario, el juez, el
fiscal… ponen multas y escarnecen a cuantas se arriman al orden establecido.
Por la tarde, el rey de les dances inicia la danza en la que intervienen todos:
enfarinats, tapats o enmascarados, autoridades bufas… Se bailan jotes, folies…
y el Ball del Virrei como fin de fiesta.
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