jueves, 24 de enero de 2013

Romeo va a la peluquería


 
“El peluquero es el señor y la peluquera la señora”, eso dice Romeo cuando le preguntan por la Peluquería. Y es que el otro día Romeo fue por primera vez a cortarse el pelo de manera oficial. Pues hasta ahora siempre se lo habíamos cortado nosotros: rapado al cero antes del verano y recortes de flequillo el resto del año. Pero enamorados como estamos del espacio al que Romeo acude todas las mañanas de lunes a viernes, impactados por el precioso cartel anunciador de la actividad y con mucha curiosidad por conocer el arte peluquero de la mamá de un compañero de escuelita, decidimos estrenarnos. Así es que a la Mini Peluquería que se fueron abuela, padre e hijo. Una sillita de colores, un babi, un espejo y Ross cual Eduardamanostijeras. Finalmente fue en el suelo haciendo sus puzles. Que Romeo nada más que entra en El  Jardín de Momo es lo que hace ahora, puzles, y por más que le quisieran sentar en una preciosa silla, le observaran tres adultos a la vez y le hicieran promesas de guapo, guapo, él quería hacer sus puzles. Así es que Ross no tuvo más remedio que hacerlos también. Tijeras en mano, pelo fino, liso y rubio de Romeo, un corte aquí y otro allá contorsionándose al ritmo que lo hacía Romeo, consiguió, efectivamente, encajar todo para dejarle más guapo de lo que es, que ya es difícil.

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