Apuntado queda cuando la vio por
primera vez el 2-2-13: http://macarenamenasantos.blogspot.com.es/2013/02/romeo-ve-la-nieve.html
Después de ese día ha habido
otros de nieve, pero para mí ninguno como este sábado día 26-3-16. Me desvelé
pensando si subir o no a la montaña para que Romeo jugara con la nieve. El
cuerpo me pedía quedarme junto a la chimenea, pero la cara de Romeo feliz en mi
cabeza reclamaba moverme. Nos preparamos y a las nueve estábamos en marcha.
Pasamos una mañana plena y blanca como la luna. Ser mamá me ha hecho exploradora
y conquistadora. Atravesando la cumbre de Navacerrada donde tantas y tantas
veces he ido con mis padres, mis primos y siempre que íbamos a la nieve,
encontramos un lugar paradisíaco en dirección a Valsaín. Por lo visto es una zona
de caminos que se realizó para un rey y así nos sentimos, como reyes,
entre pinos y paisaje nevado. Bonito, bonito. Además encontramos un iglú y eso
fue el colmo de la felicidad. También hicimos un muñeco de nieve, nos tiramos
bolas de nieve, nos deslizamos con bolsa de plástico por la nieve (con momento
peligro incluido) y jugamos junto al río, donde Romeo descubrió que la nieve en
contacto con el agua se deshace. Tuve que volver al coche a por unos calcetines
de repuesto, olvidándome que los tenía metidos en el bolsillo del abrigo, iluminación de último minuto de una mamá también salvadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario