En su tercer cumpleaños los
abuelos le regalaron una bici. No tenía pedales ni ruedines, era una bicicleta
de equilibrio, que ahora muchos niños aprenden así: primero adquieren el
equilibrio y luego aprenden a darle a los pedales, al revés de cuando yo lo hice. No la usó hasta casi un año después, ya que le quedaba aún grande. Fue
el 16-7-14 cuando montó por primera vez en bicicleta, en nuestro parque, el
Madrid Río. Enseguida se hizo con ella. Iba que se las pelaba. Hasta a la
escuela iba en bicicleta. Un día se dio un golpe tremendo al no poder frenar en
una cuesta abajo y se hizo varias heridas. Quedó marcado durante un tiempo y no quería ni mirar a Derística, como le ha puesto de nombre. Ahora ya se le
ha pasado el susto y gracias al juego de imitar a sus amigos ha
vuelto a cogerla. Su abuelo sueña con
que algún día le acompañe en sus salidas ciclistas, pero por el momento no le llama
mucho la atención, aunque sí imita a los ciclistas de montaña poniéndose de pie
sobre los pedales y moviendo el culo para impulsarse en las cuestas. También le
gusta mucho que yo le lleve en Dera: http://macarenamenasantos.blogspot.com.es/2015/09/romeo-va-en-bici-con-mama.html
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