19-2-13, en el H&M, yo me fui
para un lado y él no sé cómo acabó en el ascensor. Fue una separación corta
pero angustiosa para mí. La primera vez que Romeo estaba solo en el mundo. Este verano, jugando con un amigo en un parque
de un pueblo de León, pidió que las mamás nos fuéramos mientras ellos se quedaban solos.
Querían estar solos, decían. Como el pueblo era pequeño y sin peligros a la
redonda, así hicimos. Les dejamos diez minutos solos mientras nosotras
recorríamos una calle de la redonda. De regreso pude oír el llanto de Romeo a
lo lejos y casi se me sale el corazón. Salí corriendo como si no hubiese mundo
imaginándome alguna tragedia. Cuando llegué estaba llorando agazapado bajo el tobogán
con su amigo al lado. Tenía miedo de quedarse para siempre solo o que alguien
se les llevara, me dijo.
El 10 de octubre de este año (2016)
Romeo ha empezado a ir a un colegio. Se ha colocado en la fila donde estaban
los que iban a ser sus compañeros de clase y sin mirar atrás, cuando han
empezado a entrar, se ha ido con ellos, deseoso de empezar su cole de mayores. Cuando
ha salido con una sonrisa que le ocupaba todo el cuerpo, lo primero que me ha
dicho ha sido: ¡FENOMENAL! y yo he respirado tranquila. Pasé la mañana pensando
en su soledad en un mundo desconocido. No supimos responder a sus
preguntas porque no sabíamos lo que iba a ser para él (que nosotros dejamos de
ir al Colegio hace ya muchos años), que aunque habíamos visitado, hablado,
investigado sobre el colegio en cuestión, siempre nos quedaban dudas. Ahora,
después de una semana de cole, me quedo con esta idea: que Romeo va a vivir su
mundo, que no es el mío, ni siquiera tiene por qué parecerse, y que en él puede
que haya cosas que me gusten y cosas que no me gusten. Mi labor como mamá y
acompañante de su vida será la de estar ahí con mi amor incondicional, seguir
supervisando las puertas y ventanas que vaya abriendo si hace falta, hasta que
haga falta. Pero siempre sin controlar su vida, que como me dijo Mauricio Wild,
la vida no se puede controlar.
-Mamá, ¿por qué en la clase del
cole no se puede hablar, silbar ni levantarse?
-¿Eso dicen? Serán las normas de
ese lugar, Romeo.
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