jueves, 15 de diciembre de 2016

Romeo silba



Fue un diecinueve de noviembre, la primera vez que silbó, de no sé qué año. Ayer yendo de recados los dos juntos pero separados, pues me cuesta ir a su ritmo y sin querer siempre acabo adelantada, me dijo: - mamá, Coquito silba así. Y le imitó. -¿Tú sabes silbar, mamá? Y me puse a silbar. Se reía. Desde que inicié este Blog de la mamá, Romeo ha hecho muchas cosas, muchos aprendizajes… como silbar, que es algo que creo me divertía hace tiempo y ahora apenas uso. Me gusta observar esas cositas que tenemos adquiridas los adultos, las cuales, quizás, nos parece que hemos nacido con ellas y que sin embargo a los niños les llama tanto la atención porque aún no la han incorporado a sus vidas. Ya no dedico tiempo a silbar y sin embargo la vida es silbar dice por ahí algo o alguien. Me gusta ir de recados con Romeo, me hace ver el ritmo acelerado de mi vida.  

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