Desde que nació Romeo he estado
en contacto con varias mamás y siempre me ha sorprendido la cantidad de
información que circulaba entre nosotras relativas a enfermedades. Romeo
apenas se ponía enfermo. Fue el 4-11-13 cuando enfermó por primera vez y no
recuerdo qué fue. Tampoco recuerdo otros momentos de ponerse malo, salvo hace
dos semanas, que tuvo un virus, no sabemos si fue la gripe. Estábamos cenando y
dijo que tenía fiebre, que se estaba poniendo malo. Efectivamente le toqué y estaba
caliente. Al día siguiente, treinta y ocho y medio de fiebre. Siete días sin
salir, en casa. Los primeros días sólo le apetecía estar en la cama y que yo
estuviera a su lado. Apenas comía y vomitaba todo lo que bebía. Además
escupía constantemente porque se le llenaba la boca de saliva, decía. No me
sorprendió o sí, pues yo tuve tialismo en el embarazo. Todos los días llamaban
las abuelas para ver qué tal estaba. La gripe o lo que fuera iba remitiendo
pero muy poco a poco. Por las mañanas le miraba a la cara y si le veía los ojos
vidriosos, pensaba: todavía no se ha ido la gripe. Me gusta creer que la enfermedad es como un
problema que creamos nosotros para intentar solucionarlo.
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