3-4-17. Hasta se peinó para ir a
recibirlo. Le dieron el cheque, que dice enseñará a su amigo porque es
mucho de cheques. Le preguntaron cosas, como cuál era su colegio. Leyó el
comunicado del premio y se hizo fotos. Súper feliz salió de la biblioteca con
premio en mano camino del metro con su abuelo y tía.
Una foto de él leyendo un cuento
en una C es la responsable de dicha tarde.
En casa tenemos un libro que se
titula El premio, y es de sus
favoritos. También lo fue para mí. Su imagen con el cheque me recordó a la película
de Charlie en la fábrica de chocolate
que tanto le gusta.
No somos mucho de premios, así como
no somos de “portarse bien” ni de castigos, pero aquel premio ha sido el resultado
de un cúmulo de casualidades-causalidades que ha adornado más nuestra preciosa
vida.
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