9-7-13. Antes de esta fecha se
metió en la boca uno pequeño de naranja que no le gustó. Recuerdo haber estado
ojo avizor para que no tomara nada de azúcar hasta no sé qué edad, como decían
todas las recomendaciones médicas y/o maternales.
Mi madre me contó una vez que de
pequeña no me gustaban los caramelos, pero que una vez me hizo un bocadillo de
caramelos. El propósito de aquello creo
que lo desconozco.
A Romeo no le entusiasman los
caramelos. Tenemos mogollón, cajas enteras en casa, pero nunca pide. Me fui
dando cuenta de ello en las cabalgatas de reyes, en los cumpleaños, cuando se
los dan en las tiendas… Los guarda pero nunca se los come.
Sin embargo, siempre, a todas
horas, pide “algo dulce que no sea fruta”. Hoy en día es su frase y lanzadera de mi creatividad.
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