1-6. No recuerdo nada de ese
momento, pero me gusta imaginarlo. A la vez que pienso cómo será cuando vaya
por primera vez él solo.
Con la ley antitabaco es muy
fácil ir con niños a sitios así y eso debió de ser. O quizás en un pub inglés de
los que visitamos cuando vamos a ver a mis cuñados a Inglaterra. Imagino que
engancharía con las luces de alguna máquina tragaperras mientras su padre y yo
apurábamos la cerveza. También puede ser que sentado a nuestro lado jugara con
alguna cosa que yo hubiera metido en el bolso: un cuadernito, una peonza, un
minipuzle, un cuento… Que para momentos así, siempre llevo una carga extra en el
bolso dedicada al espacio y tiempo de Romeo. Seguramente nos tomáramos la
cerveza fuera, en mesas de madera, junto a un parque infantil entre niños ingleses, sacrificando música por voces.
Puede ser que cuando sea mayor le atraigan estos sitos o por el contrario, al conocerlos, ya no le llamen
la atención.
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