28-10-14. Una carta para Momo, la
persona que le acompañó en su primera escuela durante dos cursos. Acababa de
irse a vivir a un pueblo y ya no estaba en la escuela. Me senté con él a
escribir. Es una actividad también de lunes. Al menos, los lunes
pienso en ello y si a Romeo le apetece escribimos a alguien. Tiene un espacio
dedicado a ello en la mesa con cartas que le han escrito, sobre para
escribirlas... También yo lo tengo. Nos gustan las cartas: encontrar una carta
en el buzón y mirar con sorpresa el remite, abrirla y descubrir una gominola, un dibujo. . . De pequeño le gustaban los buzones amarillos de la calle y los
llamaba huchas porque su tía abuela le regaló una así de Correos. Nos gusta
recibir christmas en Navidad y ponerlos encima de la tele. Cuando papá se va de
viaje deja una carta en el buzón de casa. Antes era un buzón hecho
con una caja de cartón. Ahora es el buzón que nos trajimos de Estados Unidos,
precioso, de los que tienen las casas de campo en la puerta, con un banderín rojo
levantado si hay carta.
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