martes, 7 de noviembre de 2017

Romeo suma



11-4-15. Con cuatro años y medio Romeo sumó por primera vez. Ese día en concreto. Pero no recuerdo qué sumó ni el porqué. Quizás lo debí apuntar, pero entre apuntar y vivir, elegiría vivir.
Con dos años Romeo sabía números. Contaba los escalones que subía y bajaba. Elegía los números de las canciones en los cds que quería escuchar. Dibujaba números en la arena. Construía puzles de números. Como no entiendo mucho de aprendizajes todo me parecía normal. De hecho me sigue pareciendo normal. Aunque el recuerdo de las expresiones de sorpresa de amigos y conocidos me haya hecho recordarlo y escribirlo por aquí. Romeo sumó porque necesitó sumar. Igual que aprendió los números, las letras, a leer, escribir… Igual que mi sobrino de 13 años se sabe la configuración de cada tipo de avión, capitales de países, maniobras de despegue y aterrizaje… Y es que con la suma de los días (acabo de mirar para arriba y me he topado con este título de Isabel Allende) tenemos todo lo que necesitamos a nuestro alcance. Y cuando Romeo ya no tiene dedos a su alcance para seguir sumando, se los inventa. Ahora, como va a un colegio por las mañanas, a este proceso de inventarse dedos lo llama cálculo mental. 

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