-Vete con tus juguetes, abre tus
juguetes.
Dijo mi padre A el 15-9-16. Romeo
estaba inquieto abriendo los cajones de la cocina mientras esperaba a que pusieran la comida sobre la mesa.
Lo que mi padre no sabía en ese momento o no sabe, es que Romeo juega
con todo, es su forma de estar en el mundo. No tiene un lugar ni objeto
determinado de juego, ni siquiera tiempo concreto de juego, porque para Romeo,
igual que para cualquier niño en proceso de crecimiento, el mundo es un
juguete, todo lo que hay en el mundo puede ser utilizado como juguete. Creo que lo que A quería decir es: no abras los cajones, vete de aquí. Lo que traducido a nuestro lenguaje sería: no me gusta que abras o cojas
mis cosas.
Dos maneras muy distintas de
emitir un deseo. La primera mediante una orden. La segunda mediante la
expresión de un sentimiento personal.
No recuerdo qué sucedió después,
pero me lo imagino. Romeo siguió abriendo cajones. También puede ser que lo
dejara por miedo al tono de voz alto de su abuelo. Yo a su edad, lo hubiese
hecho. Pero yo crecí en la cultura del miedo, de la autoridad… Romeo, espero, está
creciendo en la del respeto, donde todos aprendemos de todos y la expresión de
sentimientos es un arma más poderosa que la intimidación.
¿He dicho que una es mejor que
otra? Independientemente de lo que piense de cada una, lo que quería decir es
que de nuevo son dos formas de hacer diferentes y que por ello, a veces, los
acoples cuestan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario