sábado, 31 de marzo de 2018

A se casa



Hace poco me encontré una alianza en el suelo y se la enseñé a Romeo porque le gusta el oro. Ya sabía de su uso porque hace dos años tuvo que llevarlas en una boda. Este fin de semana, frente al escaparate de una joyería, me preguntó si yo tenía la alianza de la boda con papá.
-No, nosotros no nos dimos anillos cuando nos casamos.
Mi padre A y mi madre A se casaron en una iglesia. Mi padre iba vestido de blanco y mi madre de morado, un traje preciosísimo que bordó mi abuela. Fue una de las enseñanzas que recibí de mis padres: no hay que seguir la moda ni las convenciones si no te gustan. Carlos y yo nos casamos en la Plaza Mayor de Madrid, sin invitados, sin alianzas. La llamé Dabo.  

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