Mi trabajo en el Cine ha hecho
que me especialice en determinados movimientos y que agudice ciertos sentidos. Por
ejemplo, manejo con soltura las muñecas (a base de seleccionar butacas con el
ratón y de colocar tapas en los vasos) y soy capaz de distinguir a distancia cuando las
palomitas llevan aceite y cuando no.
El otro día me llamó la atención
esto: cómo por el ruido que hacían las palomitas al salir de la olla, fui capaz de averiguar que no
se había echado aceite.
Me imaginé una competición de
palomiteros, igual que las hay de barman que hacen cócteles a toda velocidad.
Ollas y ollas en fila haciendo palomitas sin parar al ritmo de un baile de palomiteros, igual que los deshollinadores de Mary Poppins.
¡Qué bello es el cine que me hace imaginar películas!
¡Qué bello es el cine que me hace imaginar películas!
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