De vez en cuando en el Cine
trabajo la oratoria automática. Hay palabras y frases que repito mucho
a lo largo de la jornada. Como por ejemplo: ¿alguna cosa más?; no está
numerada; ¿de pasillo?; ¿centrada?; ¿el agua fría o del tiempo?...etc. Y me he dado cuenta que a veces hablo sin pensar. Como si después
de unas horas repitiendo lo mismo, saltara mi piloto automático. A partir de ese momento, la cabeza va por un lado mientras el lenguaje lo hace por otro. Así, ha habido veces que en lugar de "buenas tardes" he
dicho "¿alguna cosa más?" O veces que en lugar de "¿alguna cosa más?" he dicho "hola, ¿qué tal?" Hace poco a una clienta la pregunté que si el regaliz
lo quería negro, verd… Sin terminar la palabra rectifiqué y dije rojo, pero ya
la clienta se había formado una idea verde en su cabeza y me preguntó por él. El Verbo crea la realidad. Creo que luego salió a comprarse un regaliz
verde al chino.
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