“Su lugar era cualquier lugar
donde hubiera algo interesante que ver”. Esto dice un personaje de uno de los
últimos libros que he leído.
Desde el ecosistema que conforma el Cine donde
paso parte de mi vida, observo muchos algos interesantes. Uno de ellos tiene
que ver con el comportamiento humano. A veces me siento Felisa Rodríguez
de la Fuente y apunto cosas que me resultan curiosas.
Por ejemplo, he comprobado que cuando estoy en un lado de la barra del palomitón (tienda donde vendemos palomitas), los clientes se sitúan al otro lado para pedir. Como si rehuyeran mi presencia y/o quisieran que me desplazara para satisfacer su necesidad. Pienso que sería más eficaz lo contrario.
Por ejemplo, he comprobado que cuando estoy en un lado de la barra del palomitón (tienda donde vendemos palomitas), los clientes se sitúan al otro lado para pedir. Como si rehuyeran mi presencia y/o quisieran que me desplazara para satisfacer su necesidad. Pienso que sería más eficaz lo contrario.
Otra de las anotaciones que tengo
en mi cuaderno urbano del Cine, es que si se cae alguna palomita del paquete que les sirvo, la cogen mientras esperan a pagar. Como si no
quisieran perder ni un grano de maíz de las palomitas compradas o no pudieran esperar a comerlas. En
ocasiones, pasa también que no esperan y se ponen a comer encima de la barra. A veces hasta les tengo que avisar que detrás hay gente esperando para comprar.
Me llama la atención este impulso irrefrenable y reiterativo.
También me llama la atención cuando en la taquilla les digo el precio sin mirarles y me vuelven a preguntar. Como si
no lo oyeran cuando no lo acompañan viendo mis ojos. Como si mi voz no tuvieran sonido si no es con mirada.
Este es sólo uno de mis lugares. Observo muchos algos de comportamiento humano en otros lugares, como supongo que le pasa al resto del mundo. Y es que "todo el mundo vive su propia vida y todas las vidas tienen su propio tema" como dice el mismo libro que, por cierto, me leí en el Cine. ¡Qué bello es el cine!
Este es sólo uno de mis lugares. Observo muchos algos de comportamiento humano en otros lugares, como supongo que le pasa al resto del mundo. Y es que "todo el mundo vive su propia vida y todas las vidas tienen su propio tema" como dice el mismo libro que, por cierto, me leí en el Cine. ¡Qué bello es el cine!
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