El otro día aprendí a minimizar
un poco los daños a nuestro planeta. La escena fue la siguiente.
Cliente que se acerca a comprar
palomitas:
-Unas palomitas grandes y una
coca-cola pequeña.
Yo:
-Si compra una coca-cola grande, le va a salir más barato porque hay un menú de oferta.
-Ya, pero le va a salir más caro
al planeta. Si no me voy a beber la coca-cola grande, prefiero comprar la pequeña.
A partir de ahora, aún a riesgo
de que el cliente se cabree porque no le he dado a elegir la opción del menú,
no ofreceré pagar menos dinero. Sólo si se cabrean, les ofreceré cambiarlo advirtiéndoles antes que pagando más ahorran daños al planeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario