Comenté por aquí que, a veces, antes de verla, me
construyo la película sonora en mi cabeza. https://macarenamenasantos.blogspot.com/2019/11/el-blog-de-una-taquillera-de-cine-22.html
Una cosa que me ocurre también a
veces, es que intento deshacerme de las imágenes de la película que se me hayan
quedado dentro. Sería algo así como lo inverso a lo anterior. Por una parte, imagino
imágenes al escuchar los sonidos; y en el otro caso, intento olvidarme de las
imágenes para que no retumben los sonidos de lo visto en mi cabeza. Me pasó el
otro día con “El joven Ahmed”. Se me quedó una imagen en la cabeza y estuve el
resto de la tarde y días posteriores con ella y su sonido, con toda la historia que llevaba dentro. Hiciera lo que hiciera allí
estaba Ahmed y su susurro. ¡Qué bello es el cine!
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