viernes, 10 de enero de 2020

El Blog de una taquillera de Cine (35)


Otro de los personajes del mundo de mi Cine es Jesús. Un hombre de ochenta años que nos visita todos los días antes de salir de paseo y cuando regresa a casa. Nació en un pueblo de Bilbao y aunque la familia del padre le dio muchos tíos, seis hermanos y siete hermanastros tuvo el padre, a él le perdió muy pronto. Después de esa muerte padeció dos más que le volvieron a marcar la vida: dos mujeres. La tercera le dejó. Fue por la primera por la que vino a Madrid y se hizo más madrileño que cualquier gato: traje de chulapo en todas las fiestas y procesiones, y hasta salió fotografiado en una revista que guarda celosamente y enseña como carta de presentación. Ahora se ha hecho manchego y cual Don Quijote visita todos los días el Centro Cultural de Castilla La Mancha, donde hace las veces de portero, toma café y pasa la tarde. Es de esos cafés de donde me trae todos los días un bombón, que él no se come, a pesar de gustarle mucho el chocolate. En sus tiempos de trabajador arreglaba frigoríficos, ahora paraguas que se encuentra por la calle. Estos son su lanza de caballero errante por Madrid. Leer no lee como hacía aquel, pero sí viaja libros que me trae al Cine. De vez en cuando coge el Circular y se da la vuelta a la ciudad. Otra veces echa una moneda al aire para ver dónde dirigir sus pasos, si a derecha o a izquierda. Le gustan las películas del oeste y es por eso que un día le invité a ver una: “Los hermanos Sisters”. De la que salió diciendo: “salen desarrapados; no hay mujeres; no se sabe quién habla porque no ponen la cara de quien habla; cuando disparan parecen que te dan; a uno le cortan el brazo, se matan entre ellos…” Me confesó que echó una cabezadita y me dio las gracias por haber ido al cine después de treinta años. ¡Qué bello es el cine!

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