viernes, 20 de marzo de 2020

A ignora (II)



Hace unos días se volvió a suceder otro episodio que me llamó la atención. En casa de mis padres, después de comer, en el salón yo sentada en el sofá mientras leía una revista. Al rato llegó mi padre A y corrió las cortinas dejando el espacio en penumbra, de tal manera que mi vista ya no alcanzaba a ver nada de lo que tenía entre manos. Alucinada me quedé. Me fui a otra estancia para poder seguir leyendo, y por el camino se lo conté a mi madre:
-Como si yo no estuviera allí. Papá ha dejado el salón a oscuras.
Mi madre le justifica:
-Claro, es que cuando ve la televisión a estas horas no ve bien con el reflejo de la luz que entra por la terraza.
Pienso:
“Claro. Pero yo estoy allí también y estaba leyendo. Ha hecho como si no estuviera. Atendiendo sólo a su necesidad.”
Lo dejo porque veo que es como golpearme contra un muro. Sigo sin existir en esa casa. Y ahora más, que mi padre se empeña en olvidar todo.
Otra yo quizás le hubiera dicho: papá, estoy leyendo y con las cortinas así no veo. Pero por miedo a su respuesta no se lo dije. Todavía tengo amarrada en mi cabeza su frase: "mientras vivas en esta casa harás lo que yo diga". 


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