jueves, 13 de mayo de 2021

El Blog de una taquillera de Cine (39)

 

Cuando el sistema de proyección del cine cambió de analógico al digital me regalaron una caja con un rollo de película. No pude elegir. Se trataba de Balada triste de Trompeta, me dijeron. Por un lado, estaba contenta de llevarme un recuerdo de aquella etapa que se cerraba. Por otro, me acogió cierta intranquilidad al pensar que estaba metiendo en casa un personaje que me pintaron diabólico y “muy de tu estilo”. Dicho irónicamente, entendí enseguida.

Esa caja roja con el rollo dentro ha estado en el cajón de los proyectos los años que tiene mi hijo, diez. Quería hacer algo con ella, con la caja, con el rollo, pero no se me ocurría qué. Pensaba en Cinema Paradiso y me alegraba de que aquel rollo no fuera inflamable. Busqué en internet cómo hacer una lámpara, pero no me convencía. Un día pensé que antes de hacer algo con aquel rollo tenía que ver la película que narraba. Tuve la suerte de que poco después la pusieron en televisión. La vi. Me gustó ver algo del ambiente de uno de los mundos que más me emocionan. Por lo demás, como ya me había imaginado, lo pasé mal. Abrí la caja para identificar los fotogramas y descubrí que no se trataba de un rollo de película, sino de un rollo con dos trailers de películas: Golpe de efecto y una de Harry Potter. Claro, pensé, ¡si una película no cabe en un rollo! Mis años de proyeccionista tirados por la borda. Me acordé de mis compañeros que me habían hecho pasar diez años mirando de reojo la caja con el rollo, por el temor de que un payaso maquiavélico acabara iluminando mi habitación. Me reí. –Mamá, ponen Golpe de efecto en la tele. ¡Menuda casualidad-causalidad! Ese mismo día. La grabé y poco después la vi. Ahora ya no tengo miedo de que los fotogramas dejen pasar la luz del sol que ilumina mis días. Lo que me sobre lo usaré como lazo para regalos. La caja redonda roja será el envase de nuestras pizzas portátiles. ¡Qué bello es el Cine!




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