Me encuentro con este texto en un documento oficial sobre el sistema educativo:
“La finalidad de la Educación
Secundaria Obligatoria consiste en lograr que los alumnos y alumnas adquieran
los elementos básicos de la cultura, especialmente en sus aspectos
humanísticos, artísticos, científico-tecnológico y motor (como si el ser
humano fuera una vasija de barro vacía que se puede y debe llenar de
conocimientos. Hay investigaciones que demuestran que sólo se aprende de verdad lo que
interesa y no a todos los seres humanos les interesan las mismas cosas); desarrollar
y consolidar los hábitos de estudio y de trabajo (¿quién determina lo que es
un hábito de estudio y por qué tiene que ser para todos igual? Lo mismo con el
trabajo. Se sigue pensando y actuando como en la era industrial cuando se
formaban peones para fábricas), así como hábitos de vida saludables
(en el colegio de mi hijo las comidas de los días especiales eran comida fast
food. Premiaban con comida que ellos mismos habían denominado “basura”), preparándolos
para su incorporación a estudios posteriores y para su inserción laboral (es
imposible conocer los trabajos que existirán cuando los niños sean adultos);
y formarlos para el ejercicio de sus derechos y obligaciones de la vida como
ciudadanos y ciudadanas (el respeto no se practica en los ambientes
educativos. Para empezar no se respeta el ritmo diferente de
desarrollo de cada uno queriendo que todos aprendan lo mismo al mismo tiempo, no se respeta los distintos intereses queriendo que todos aprendan lo
mismo, no se respeta las necesidades de desarrollo de los niños impidiéndoles
moverse y con sólo veinte minutos de recreo en toda la mañana, no se respeta la
expresión espontánea prohibiéndoles reírse y tantas tantas cosas... Pienso que si pretenden enseñar a respestar lo primero que deberían hacer es ser ejemplo de ello).
“Corresponde a las
Administraciones educativas promover las medidas necesarias para que la tutoría
personal del alumnado y la orientación educativa, psicopedagógica y
profesional, constituyan un elemento fundamental en la ordenación de esta
etapa”. Mentira. Las tutorías individuales entre tutora y alumno no están
contempladas dentro del horario lectivo de clases (al menos en el Instituto de Romeo). Si
los alumnos necesitan hablar con la tutora tienen que emplear el tiempo de
recreo para ello o quedarse más tiempo después de la jornada escolar.
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