El tiempo es lo importante. Si lo tienes puedes hacer muchas cosas o nada o esperar.
Esta semana recogeremos
nuestro coche que lleva casi un año en el taller después de un accidente. Nos
llamarán para decirnos que tal día podemos ir a recogerlo, que ya está listo y que ha quedado como nuevo. Será un trámite complicado pues está lejos y tendremos
que hacer puzles con los trabajos y el hijo, pero compensará el esfuerzo porque
nos alegraremos de tener por fín a nuestra querida Marchenera después de tanto
tiempo. Pasado este trámite continuaremos con el proceso iniciado desde el día
del accidente: reclamar a la aseguradora lo que nos pertenece, ya que la culpa
fue del otro.
Nos lo dieron siniestro y no aceptamos la pérdida, pues no creímos en tal veredicto, que no se pudiera volver a usar, y un segundo perito nos lo confirmó. Con los coches sucede como con muchas industrias: es más barato hacer uno nuevo que arreglarlo. Se tarda menos en comprar o hacer algo nuevo en masa que en arreglar lo estropeado. Pero nosotros nos negamos a aceptar esta farsa masiva y autodestructiva, así es que esperamos. Como tenemos tiempo para vivir sin coche podemos hacerlo. Ya hemos empleado mucho en tramitar la gestión: correos, gestiones con la administración, llamadas, cartas certificadas, búsqueda de abogado, fotocopias, búsqueda de taller, grúa… Un tiempo que mucha gente no tiene. Hay industrias que se apoyan en eso, en la carencia de tiempo. Se han creado empresas detectando la carencia de tiempo en la sociedad actual. También, pienso, hay una razón cultural o social: la creencia de que lo nuevo es mejor que lo usado. Conozco a una persona que ante un caso así no lo hubiese dudado: aprovechar el momento para comprarse un coche nuevo. Una amiga mía se niega a usar ropa de segunda mano. En nuestro caso teníamos claro que no queríamos otro coche que no fuera Marchenera. Ninguno de los dos somos cocheros y ponernos a buscar otro que nos hiciera el mismo servicio que el nuestro nos suponía un esfuerzo por el que no estábamos dispuestos a pasar. Lo viejo y conocido para nosotros en este caso es mejor que lo nuevo por buscar y conocer.
Ayer nos dijeron que no nos lo
darán esta semana, que no saben cuándo terminarán con la reparación de nuestro
coche. Seguiremos esperando mientras recordamos que somos ricos en tiempo y practicamos la ciencia de la paz (la paciencia).
No hay comentarios:
Publicar un comentario