Hoy he escuchado una frase con la que me he identificado: “está enfadado con el mundo”. Así es como me siento a veces, más de las que quisiera. Antes no hacía nada al respecto, o al menos nada conscientemente. Puede ser que enfermara o el malestar me saliera por algún otro lado, pero por aquel entonces no relacionaba ambos estados. Ahora no solo me quejo. Tengo iniciados varios procesos que seguiré hasta el final. Esta semana hará un mes de mi triple queja al Ministerio del Interior: una por su servicio de quejas y sugerencias, que no funcionaba. Esa está resuelta a medias. Se dieron cuenta de algo que tienen que resolver, pues el servicio sólo estaba habilitado para hacerlo a través del móvil y cuando lo hacías a través de un ordenador daba error. Me han dado las gracias. Las otras dos son a la Policía: una por una mala información a la hora de tramitar un DNI perdido y otra por el servicio de denuncias online, que ellos mismos aseguraron que no lo usan, a pesar de estar operativo en la web. Todavía estoy esperando que me respondan. Si no lo hacen volveré a quejarme. Tenemos la sociedad que tenemos porque no hacemos nada para mejorar los servicios que pagamos todos. Hasta que los que se hartan y no tienen tiempo de hacer algo, pero sí dinero, eligen otros servicios copagando. Creo que con el tiempo se multiplicarán los servicios privados de seguridad, por poner un ejemplo.
No se usan las vías habilitadas
para mejorar los servicios públicos y en cambio, se despotrica en los partidos de fútbol, en un atasco de
tráfico, frente a las noticias del televisor… para desahogos múltiples. Y cuando
se usan las vías dispuestas para ello, venciendo la desidia, la pereza, sacando
tiempo de donde no lo hay…. se tira muy pronto la toalla. Por ejemplo, cuando tu amiga que es policía te dice que las quejas van directamente a la basura. Sugiero donar tiempo a la mejora de los servicios públicos: aprovechar las encuestas para decir lo que no te ha gustado, poner una reclamación cuando algo no ha funcionado como se esperaba y no parar hasta que haya mejorado, inventarse una nueva vía... En definitiva, hacer este mundo un poco más mundo.
Hace poco me han explicado que salir en masa a manifestarse es también una vía habilitada para mejorar los servicios públicos: primero se hace una reinvindicación por escrito, luego viene la manifestación, después la huelga... Desconozco las causas manifestadas resueltas y por ello siento haber entendido esta herramienta como más eficaz en el deshago común que en el cambio social. Quizás salir a gritar junto a otros también sirva. Por mi parte prefiero los actos individuales con resultados más o menos rápidos. "Ca uno es ca uno", que diría mi padre.
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