Cuando estaba estudiando EGB y mi padre me encontraba aburrida sobre el libro, me decía que “si no quería barrer cuando fuera mayor siguiera estudiando”. Era su frase para darme ánimos. Yo era una niña muy estudiosa porque había encontrado esa vía para conseguir la atención de mis padres profesores. Pero casi todo lo que estudiaba en el colegio me parecía un aburrimiento grandísimo. Más adelante comprendí que lo que mis padres esperaban de mí es que estudiara una Carrera. En mi ámbito familiar no se hablaba de otros caminos que no fueran ser universitarios. Estaba rodeada de profesores: abuelos, padres, tíos, primos… y era el camino natural. Ahora pienso que quizás temían que su gremio desapareciera (cosa que creo sucederá) y por eso la insistencia en prolongar los años académicos. También puede ser que sus cabezas siguieran estructuradas en clases sociales y temían la pérdida del estatus social alcanzado.
El otro día una profesora dijo en la clase de Romeo que esperaba que todos estudiaran Bachillerato. Como si no se pudiera dejar de estudiar o estudiar otra cosa que no fuera Bachillerato. También me rechinó. Entiendo que la Titulitis (dícese de la enfermedad por la cual se está obsesionado por la consecución de un título, preferiblemente universitario) surgió en tiempos donde no todo el mundo tenía acceso a los estudios (muchos eran de pago y había familias que no se lo podían permitir o que tenían que emplear a sus hijos en edad de trabajar para que contribuyeran a la economía familiar) y se valoraba esto como signo de distinción social. Además, se supone que recibías una formación que poca gente tenía y esa ventaja podía estar relacionada con encontrar un trabajo donde te pagaran más, independientemente de que éste te gustara. Pero ahora eso no es así: casi todo el mundo puede estudiar, y estudiar no está relacionado con trabajar en algo donde te paguen más. Los estudios universitarios no son tan buenos como los pintan y el exceso de universitarios hace que se hayan saturado las profesiones donde se exige esta titulación con la consiguiente bajada de sueldos. Sin embargo, sigue existiendo dicha enfermedad. Lo que no entiendo es cómo esos enfermos no se paran a pensar que, si todo el mundo trabaja en los mismos trabajos, ¿quién hace los otros? Es decir, ¿quién barre? Por poner un ejemplo. Porque en una sociedad como la nuestra hace falta alguien que recoja la basura, alguien que haga muebles, alguien que arregle una tubería… Cada vez hay menos alguienes por la pandemia de la Titulitis. A los alguienes que SÍ son "alguien en la vida" y que trabajan en construir, acondicionar, reparar... casas yo los llamo los Reyes del Mambo: https://macarenamenasantos.blogspot.com/2021/05/los-reyes-del-mambo.html
Pienso que todos los trabajos son
necesarios, útiles, válidos... y que no hay unos mejores ni peores. Bueno, sí,
el trabajo peor es aquel que hace una persona y no le gusta.
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